Qué es la aerotermia

La tecnología renovable que transforma el confort del hogar y reduce el consumo energético

Publicado el 6 de agosto de 2025

Una ilustración de una vivienda con la unidad exterior de aerotermia.

Introducción: una tecnología clave para la transición energética residencial

En el contexto actual de transición energética, el término “aerotermia” ha adquirido un protagonismo creciente dentro del sector de la climatización. No se trata de una moda pasajera, sino de una tecnología consolidada que representa una de las soluciones más sostenibles y eficientes para calefacción, refrigeración y producción de agua caliente sanitaria (ACS). Su popularidad se ha disparado especialmente en los últimos años por su capacidad para aprovechar la energía contenida en el aire exterior y transformarla en energía útil para los hogares.

El creciente interés institucional por esta tecnología también es notable. Directivas europeas y actualizaciones del Código Técnico de la Edificación (CTE) la respaldan como una herramienta válida para alcanzar los objetivos de eficiencia energética, confort térmico y reducción de emisiones. A partir de 2025, con la nueva normativa que endurece las exigencias mínimas de eficiencia energética en los edificios, la aerotermia se postula como una alternativa real y viable para cumplir dichas exigencias sin depender de energías fósiles.

¿Cómo funciona la aerotermia? Una bomba de calor aire-agua con alta eficiencia

El principio de funcionamiento de la aerotermia se basa en la tecnología de la bomba de calor aire-agua. Este sistema extrae energía térmica del aire exterior, incluso en condiciones climáticas frías, para calentar o enfriar un fluido que se distribuye a través de emisores térmicos como radiadores de baja temperatura, fancoils o suelo radiante. Este mismo sistema también puede generar agua caliente sanitaria para uso doméstico.

La unidad exterior, que se asemeja visualmente a un aire acondicionado convencional, contiene un circuito cerrado en el que circula un refrigerante. Este fluido absorbe el calor del ambiente en el evaporador, se comprime mediante un compresor que aumenta su temperatura, y posteriormente transfiere ese calor al agua del circuito de calefacción mediante un condensador. Este ciclo se repite continuamente, aprovechando hasta un 75% de la energía necesaria del entorno de forma gratuita y renovable.

En verano, el sistema invierte su funcionamiento para extraer el calor del interior de la vivienda y expulsarlo al exterior, logrando así una climatización completa todo el año con un único equipo.

Componentes de un sistema de aerotermia: estructura modular y eficiente

Una instalación típica de aerotermia consta de varios elementos fundamentales. La unidad exterior contiene el compresor y los intercambiadores térmicos. Desde esta unidad se conecta, a través de un circuito hidráulico, a una unidad interior o hidrokit, que puede incluir un depósito de acumulación de agua caliente sanitaria. El calor generado se distribuye por la vivienda mediante diferentes sistemas emisores, como radiadores de baja temperatura, fancoils o suelo radiante.

Existen dos configuraciones principales: el sistema monobloc, en el que todo el proceso ocurre dentro de la unidad exterior, y el sistema bibloc, en el que la unidad interior se encarga de gestionar parte del ciclo térmico. Ambos formatos pueden ofrecer excelentes niveles de eficiencia, aunque su idoneidad dependerá de factores como la localización geográfica, el espacio disponible o la configuración del inmueble.


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¿Qué significan COP y SCOP en la aerotermia?

Uno de los aspectos más relevantes al analizar la eficiencia de una bomba de calor es el COP (Coeficiente de Rendimiento), que indica la relación entre la energía térmica que genera y la energía eléctrica que consume. Por ejemplo, un COP de 4 implica que por cada kWh de electricidad consumida, la máquina produce 4 kWh térmicos. Este valor, aunque muy representativo, se obtiene en condiciones estándar de laboratorio.

Para un enfoque más realista y práctico, se utiliza el SCOP (COP estacional), que representa el promedio del rendimiento durante toda la temporada de calefacción. Los sistemas de aerotermia modernos ofrecen SCOPs que oscilan entre 3,5 y 5, lo que implica un ahorro energético sustancial frente a sistemas eléctricos convencionales, cuya eficiencia nunca supera el 100%.

La elevada eficiencia de la aerotermia la posiciona como una de las tecnologías térmicas más competitivas del mercado residencial, sobre todo si se compara con calderas de gas, gasóleo o resistencias eléctricas.

Aerotermia frente a otros sistemas: eficiencia energética comparada

Frente a sistemas de calefacción tradicionales, como calderas de gas natural o de gasóleo, la aerotermia demuestra una clara ventaja en términos de eficiencia, consumo y emisiones. Mientras que las calderas tradicionales convierten un combustible fósil en calor con rendimientos que rara vez superan el 90%, la aerotermia puede alcanzar rendimientos superiores al 400%, utilizando únicamente energía eléctrica y renovable.

Incluso frente a sistemas eléctricos de resistencia, como acumuladores o radiadores eléctricos, el ahorro puede ser del 60 al 80% anual. Este ahorro no solo se traduce en términos económicos, sino también en una reducción significativa de emisiones de CO₂, especialmente si la instalación se alimenta con energía eléctrica procedente de fuentes renovables o combinada con autoconsumo fotovoltaico.

Beneficios prácticos y sostenibilidad

Además de su excelente rendimiento, la aerotermia destaca por su versatilidad. Un único sistema permite calefactar, refrigerar y generar agua caliente sanitaria, lo que implica una mayor eficiencia de espacio, menos mantenimiento y mayor control de consumo.

Desde el punto de vista del confort, el uso de sistemas de emisión de baja temperatura, como el suelo radiante o los fancoils, permite una distribución homogénea de la temperatura, sin corrientes de aire ni puntos fríos. Además, la aerotermia es un sistema silencioso y fiable, con una vida útil larga y requerimientos de mantenimiento reducidos.

En términos medioambientales, su impacto es muy inferior al de las tecnologías fósiles. Gracias a su naturaleza renovable, contribuye activamente a la descarbonización del parque de viviendas en España, uno de los objetivos prioritarios del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

Normativa actual y respaldo institucional en 2025

En julio de 2025, la aerotermia está plenamente integrada en el marco normativo español como una fuente de energía renovable. La Directiva 2009/28/CE y el Real Decreto 244/2019 reconocen la bomba de calor aire-agua como tecnología renovable siempre que su SCOP sea superior a 2,5, lo que prácticamente todas las unidades actuales superan.

La revisión reciente del Código Técnico de la Edificación (CTE) permite, en determinadas condiciones, sustituir la obligación de instalar energía solar térmica (HE 4) por aerotermia, siempre que se justifique la reducción de emisiones y el consumo de energía primaria. Esto representa un cambio estratégico para las viviendas de nueva construcción, donde muchos promotores optan por sistemas de aerotermia para cumplir las exigencias de eficiencia sin necesidad de incorporar placas solares térmicas.

Además, muchas comunidades autónomas ofrecen bonificaciones fiscales, subvenciones y ayudas directas para la instalación de bombas de calor, lo que facilita la amortización inicial del sistema.

Conclusión: una tecnología presente y futura

La aerotermia ya no es una alternativa experimental ni un sistema exclusivo para viviendas de alto poder adquisitivo. En 2025, se ha convertido en una solución madura, eficiente y avalada por la normativa vigente. Su capacidad para proporcionar climatización integral, generar agua caliente sanitaria y reducir el consumo eléctrico ha situado a esta tecnología en el centro del debate sobre la rehabilitación energética del parque de viviendas.

Para los profesionales de la climatización, la aerotermia representa una solución técnica solvente. Para los usuarios, una forma eficaz de mejorar el confort del hogar y reducir costes. Y para las instituciones, una herramienta imprescindible para alcanzar los objetivos de neutralidad climática.


Ilustración de un equipo exterior de aerotermia en la fachada exterior mientras se ve el interior a través de una ventana

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